ESTEPA trabaja ahora en enlazar el trabajo educativo con niños, el trabajo participativo con la comunidad y la formación de profesionales, a partir de dos estrategias y sus programas:
A partir de un tema central que articula la construcción en etapas escalonadas, y donde el uso de los primeros espacios incentiva la creación de los siguientes.
A partir de pequeñas construcciones, exponentes de tradición local, encadenadas en un circuito que relaciona los lugares elegidos y que se completa cada verano.
Su mayor complejidad requiere también de mayor compromiso institucional, que buscamos afianzar poco a poco. Somos optimistas: sabemos que muchas comarcas cuentan con un patrimonio edificado en tierra lleno de saberes que piden ser comprendidos, ya sea recuperando edificios valiosos o demostrando mediante nuevos ejemplos y conceptos emergentes a los pobladores actuales y sobre todo a las nuevas generaciones, que la imagen que de esta arquitectura guardaron quienes amargamente la asociaron a la pobreza o el desarraigo, debe quedar atrás.
La historia no debe olvidarse: debe generar reflexión sobre los orígenes de la modernidad, y respeto a sus forjadores. Pero a las nuevas generaciones les es propio dar pasos nuevos y éste, el rescate de la tierra como valioso material actual desde una perspectiva sostenible y científica, enlazando el pasado al futuro a través de acciones presentes, es un paso que ya puede darse.